I Jornadas de Cómic de Las Palmas de Gran Canaria

Bueno, por fin.
Las I Jornadas del cómic vinieron y (hace ya un tiempito) se fueron, pero mi amo y creador (¡Pedro Rodríguez Carballido, el mayor guionista-dibujante vivo!), en quien he delegado la ardua labor de actualizar este blog, anda liado con no sé qué de unos documentales y una productora y se hace el remolón.
Mi amo y creador estaba bastante disgustado porque tuvo una serie de desencuentros con la organización de las jornadas que acabaron por ponerle de mal humor. Para empezar, no estaba en el programa de las jornadas (de hecho, probablemente era el único autor de Gran Canaria que no estaba invitado), y luego su presencia en la mesa redonda de la penúltima jornada y en la firma de ejemplares de la última no se confirmó hasta (literalmente) el último minuto.
Afortunadamente, se arregló el malentendido y mi amo y creador experimentó el éxtasis de sentarse codo con codo con Carlos Pacheco y Víctor Santos.
En la foto cortesía de Erik Hernández, de izda. a derecha: la señora de Víctor Santos, el propio Víctor Santos, tapado por Carlos Pacheco y, finalmente, mi amo y creador hidratándose.
Mi amo y creador, que es un poco flojo, se vio abrumado cuando algunos fans no sólo le pidieron que le firmara ejemplares de mi libro, sino que encima le pidieron dibujos. Él que no se tiene precisamente por un buen dibujante.
Los sufrimientos se vieron recompensados cuando Pacheco le hizo a mi amo y creador un dibujo del recientemente fallecido Basil Poledouris. A muchos no les sonará el nombre, pero sin duda conocen su obra: fue el compositor de la música de Conan el Bárbaro, Los Señores del Acero (Flesh+Blood), RoboCop, Starship Troopers, El Lago Azul, El Gran Miércoles y La Caza del Octubre Rojo, entre otras, aunque probablemente mi favorita sea Adiós al Rey porque soy un sentimental y Poledouris demostraba que era mejor John Barry que John Barry. Era un monstruo, ese tipo de artista que siempre hacía un trabajo sensacional que muchas veces no se merecían las películas en que trabajaba.
En palabras de Pacheco: "Lo más friki que he hecho en mi vida".
Hay que decir que Pacheco y Santos se portaron como dos señores, haciendo dibujos a diestro y siniestro, atendiendo a los aficionados mucho más allá del deber. Mi amo y creador, inspirado por su ejemplo, intentó dejar de lado su habitual misantropía y atender a los aficionados lo mejor posible.
Si alguien quiere saber algo más sobre las jornadas, que se pase por www.comicrel.tk, que tienen un hilo dedicado a las Jornadas, y mi amo y creador sale en alguna foto y tal.

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Hasta la próxima.